LO VEO A ÉL

Cuando he tenido ganas de rendirme, cuando he pensado que ya no hay salida, El Señor vuelve a traer a mi mente a Abraham:  

"Por la fe Abraham, al ser llamado, obedeció, saliendo para un lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber adónde iba." Hebreos 11:8

¡Qué impresionante la fe de éste hombre! sin saber a dónde iba, continuó creyéndole que no habría de abandonarlo ni desampararlo.   Una vez más Dios me ha recordado que nuestra mirada debe estar puesta en Él, no en el hombre, no en el trabajo, no en los amigos, no en el dinero del banco, no en el precio de la gasolina, no en cuánto tengo de comer en el refrigerador, en ¡nada! sólo en Él.   Dios me ha mostrado una vez más, cuánto ama que yo le pida, pero sobre todo ama que le diga "Papito, esto sólo Tú puedes hacerlo"

Él es fiel y justo y sólo está esperando que alcemos nuestra voz, y nuestra mirada a Él. Él no falla, Él no miente y dejó en su palabra esto para nosotros:

“Entonces invocarás, y el Señor responderá; clamarás, y El dirá: 

“Heme aquí.” Isaías 58:9

Estos últimos meses han pasado tantas cosas en mí vida, que era imposible no contarles lo maravillada que estoy de mi Dios y que he aprendido a que no debo ver ninguna circunstancia, no debo ver los ejércitos que vienen detrás de mí, ni el mar frente a mí, ahora sé que debo verlo a Él y entonces abrirá el mar.

Que Dios te bendiga y abrá tus ojos para poder verlo a Él.